jueves, 14 de septiembre de 2017

449. CRISIS BANCARIA



Me envía un amable lector dos pares de fotos, de lejos y en detalle, de sendos bancos situados en el barrio Trasvía de Comillas, Cantabria (antes llamada provincia de Santander).


Hace ya mucho tiempo que vengo observando que los cascotes de nuestro entorno urbano están formados no solo por edificios de arquitectura sino por innumerables detalles de urbanización.


Urbanizaciones, peatonalizaciones y mobiliario urbano que cuestan un congo y que debido a su pésimo diseño y consiguiente abandono, configuran un paisaje desolador por donde quiera que se mire.


Los periódicos regionales suelen tener en sus páginas locales alguna sección de "fotos-denuncia" en el que aparecen cosas así, pero ya se ve que no es suficiente. Por eso que Cascotes siempre se hará eco de las denuncias de los lectores. Son la única esperanza. Los lectores.

jueves, 7 de septiembre de 2017

448. IRREVERSIBLE



No sé si ustedes han visto la película así titulada (IRREVERSIBLE), pero no se la recomiendo por nada del mundo. Es de una violencia atroz; y yo siempre he dudado de si el cine de violencia no es sino un siniestro culto a la misma. En un estrecho pasaje subterráneo se produce una espantosa violación que genera a su vez una no menos terrible espiral de violencia. Ya casi la tenía en el olvido (benditos agujeros de la memoria) cuando el otro día quise tomar el tren en la estación de Olaveaga. Subía desde la margen izquierda de la ría del Nervión y cuando vi el viejo edificio de la estación con su bonito cartel cerámico en el costado me las prometía muy felices:

 
Pero ya de lejos me percaté de que las escaleras por las que hubiera podido acceder a la plataforma del andén y de la estación estaban cortadas y tapiadas. Miré a mi izquierda y me di cuenta de que había uno de esos siniestros pasos bajo las vías con pasamanos nuevos, y al llegar a su embocadura vi que había un cartel que inequívocamente decía en vascuence y castellano: ACCESO ESTACIÓN. (Como no hice foto acudo a Google Street View para mostrárselo).



Bajé las escaleras y no me lo podía creer: con una máquina expendedora de billetes y un aparato de control automático de acceso para un solo andén entre las dos vías ¡¡¡ habían convertido el paso subterráneo en toda una estación de ferrocarril !!!

No sé qué mente habrá pensado semejante barbaridad ¿adif? ¿el ayuntamiento de Bilbao?... Pero lo cierto es que se me revolvieron las tripas. A la vista de ese pasaje sólo pude pensar que la Arquitectura y los responsables de las Administraciones Públicas han llegado ya a una situación mental IRREVERSIBLE. Y que si no hay nadie que grite, critique o denuncie una cosa así, también los administrados.