domingo, 22 de febrero de 2015

310. ESTACION DE FERROCARRIL DE LIEJA



Lo de hacer la ola vale lo mismo para un parlamento que para una estación de ferrocarril. Si en el post anterior comentábamos la simplonería de la ola georgiana para un parlamento en Kutaisi, hoy toca la que nuestro Calatrava les ha endosado a los belgas de Lieja. Un juguete de 445 millones de euros (en proyecto 200) del que, a juzgar por los premios y agasajos que le han dado por allí, parece que están orgullosísimos.


Criticar este tipo de gastos superfluos no parece cosa fácil. Todo país o ciudad tiene derecho a celebrarse a sí misma de vez en cuando con algún gran monumento. La elección del motivo es importante (¿por qué la estación de ferrocarril y no el ayuntamiento? etc)  pero cuando pensamos en monumentos deberíamos trazar una línea entre la escultura, ese arte tan dado a monumentos, y la arquitectura, esa otra disciplina más compleja que atiende a un sin fin de necesidades y símbolos.


¿Por qué un sencillo viajero que llega en tren a Lieja por asuntos de trabajo, o a ver a un familiar, tiene que celebrar lo que no quiere celebrar? ¿Por qué le hacen pasar por un lugar (un tremendo monumento) donde la ciudad hace ostentación de su prosperidad económica?


A nivel funcional la estación de Lieja parece más bien pensada para las viejas locomotoras de carbón que hacían mucho humo. Cierto es que en Bélgica llueve mucho y que una gran marquesina que cubra todos los andenes está bien, pero cuando sople el viento de costado me da que ahí se tiene que pasar mucho frío esperando los trenes.


Los puentes o pasillos laterales desde los que contemplar o esperar a los trenes tampoco parecen muy acogedores.


El viajero tiene que formar parte del monumento sí o sí. De la celebración. De la ostentación. Del despilfarro de espacios. De lo superfluo. No le queda otra.


Cuando uno visita la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia y calcula el enorme dispendio de dinero público con que esa ciudad se ha agasajado así misma para recibir turistas, se echa las manos a la cabeza. Y a poco que piense que los grandes maestros de la arquitectura han mirado para otro lado, le entra un cabreo monumental. Pero la Ciudad de las Artes y las Ciencias (pobres artes y pobres ciencias) es un lugar prescindible para el visitante de Valencia, que bien puede preferir celebrar la arquitectura de su enorme casco antiguo antes que esas mastodónticas esculturas que recuerdan a las fallas. El que vaya a Lieja en tren, sin embargo,  no tiene otra opción que pasar por el aro. O por la ola.


La monumentalidad del gesto seguro que deja en segundo plano la claridad de las circulaciones. Lo hemos visto en otras grandes infraestructuras construidas por este ingeniero/escultor y aquí no podía ser de otro modo.


Pero nadie dice nada al respecto y todos celebran la espectacularidad de la carísima estructura haciendo miles de fotos, -ese nuevo arte o gesto individual de la celebración colectiva.


El gran libro de la historia de Lieja nos muestra el tiempo de una estación que atendía un mayor número de funciones y símbolos. También era un edificio importante, a la escala de la ciudad, pero las diferentes partes de su arquitectura facilitaban la integración con la escala humana.


Ignoro las razones por las que se convirtió en un anodino edificio de oficinas con marquesina en el que Jacques Tati podría haber hecho de las suyas. Desconozco si la primeriza batalla de Lieja en la PGM pudo haber afectado al edificio, o si la "pequeña solución" de Hitler en el frente occidental ya al final de la SGM incluyó algún bombardeo de la estación. Es evidente que el tipo de arquitectura (o ingenieria) con muro cortina de los años posteriores a la SGM no ha sido ningún obstáculo para la demolición de esta segunda estación pero a la vista de la aparatosidad de la tercera a mí me entra la nostalgia. Cuánto más amable no hubiera sido llegar a Lieja a través esa sencilla estación funcional que no haciendo la ola al dinero y a sus monumentos.


viernes, 13 de febrero de 2015

309. PARLAMENTO DE KUTAISI. GEORGIA



No sé qué les sugiere el nuevo parlamento de Georgia, pero para mí que es como si todas sus señorías juntos hubieran decidido ponerse un paño húmedo sobre la cabeza para protegerse del calorazo que tiene que dar tanto cristal expuesto al sol. Ahora bien, como la puerta a tan insigne edificio no podía ser ese agujero descentrado que se ve detrás de la valla de seguridad azul y blanca, descubrimos que el paño es hueco y que por ahí está la magna entrada al parloteo:


Claro que si por un extremo del pañuelico está la entrada, por el otro tendría que estar la salida, pero no, la simetría es tan solo una exigencia de la perspectiva hacia la gran avenida por la que se va al Mar Negro, que no a Tiblisi, la capital. Y es que en Georgia, como en Murcia, han creído mejor que el Gobierno gobierne en la capital y que los Parlamentarios parlamenten a cientos de kilómetros de distancia, para no molestar.

Vamos con un poco de geografía para situar Kutaisi y Tiblisi (o Tiflis) porque cuando pasamos por allí con el spypnic no reparamos en tanto detalle.


Como pasa con las pirámides y otras grandes construcciones de la megamáquina (que decía Mumford) el nuevo Parlamento se ve perfectamente desde muy lejos, -aunque para ayudarles les he puesto una flechita amarilla:


Como no parece que haya circunvalación los parlamentarios tendrán que cruzar toda Kutaisi cuando vengan de Tiblisi y así se pueden ir enterando de sus problemas urbanos.

Y ahora la pregunta que todos nos hacíamos y no nos atrevíamos a contestar: ¿qué hay debajo de esa gran cúpula de cristal? ¿para qué se habrán gastado tantos millones de laris (como se llaman sus pesetas) si luego tienen que ponerse un paño de agua fría sobre la testa? Pues para esto, para meter dentro una especie de bloque de pisos escalonado donde haga menos calor:


Preocupados como estamos por el devenir de la arquitectura hacia la simplonería, nos consolamos al saber que lo ha hecho una "ingenieria" y al ver que los pidióricos ingleses lo elogian mucho ("el nuevo parlamento georgiano todo en cristal simboliza la transparencia de los nuevos órganos de poder de la república caucásica bla bla bla...) nos imaginamos que debe de ser inginiería inglesa.


Y como las ingenierías no se entretienen en detalles, pues los encuentros con el entorno y entre los propios edificios auxiliares de tanta parlamentación podríamos decir que quedar abiertos al tiempo:


¿Creen ustedes que se van a asustar los habitantes de Kutaisi? Pues no. Una pequeña pasada por los barrios de alrededor y sus más señalados monumentos facilitada por las fotos de Panoramio nos demuestra que si no se han asustado por los bloques, fuentes o manumentos que hicieron cuando rusos, menos se van a asustar por la arquitectura de la transparencia importada de Occidente:





Por aquello de "dejarles a ustedes en paz" y para que se animen a proponer ya una reformilla, les pongo una foto del extinto parlamento de Georgia en Tiblisi.



lunes, 2 de febrero de 2015

308. MADONNA INN. SAN LUIS OBISPO. CALIFORNIA



"Las pobres palabras de que está dotado el lenguaje natural de los hombres no son suficientes para describir el Madonna Inn (...)


Es si como Piacentini, mientras ojeaba un libro de Dalí, hubiera ingerido una dosis excesiva de LSD y se hubiera puesto a crear una catacumba nupcial para Liza Minelli.


Aunque no es esta aún la idea. Es como si Arcimboldi construye la Sagrada Familia para Orietta Berti.


O Carmen Miranda diseña un local Tiffany para los motel Motta. Más aún, el Vittoriale imaginado por Fantozzi, las Ciudades Invisibles de Calvino descritas por Liala y realizadas por Eleanor Fini para la Feria del Panno Lenci.


O la sonata en Sib de Chopin cantada por Claudio Villa con arreglos de Valentino Liberace e interpretada por la banda de bomberos de Viggiú.


Pero todavía no es esta la idea. Intentemos describir las letrinas. Son una inmensa cueva subterránea, entre Altamira y Postumia, con columnitas bizantinas en las que se apoyan amorcillos barrocos de yeso.


Los lavabos son grandes conchas como de madreperla, el mingitorio es una chimenea excavada en la roca, pero como el chorro de orina (lo siento, pero hay que explicarlo) toca el fondo, de la pared de la campana sale agua que luego cae en cascada a modo de cisterna de las cavernas del planeta Mongo.


Y en la planta baja, entre escenas de chalets tiroleses y castillitos renacentistas, una cascada de lámparas con forma de cestos de flores, cataratas de muérdago coronadas por bolas opalescentes, violáceas y difusas entre las que se alternan muñecas victorianas, mientras que las paredes están interrumpidas por vidrieras art nouveau con los colores de Chartres y tapicerías estilo regencia.




Completado con creaciones que hacen del conjunto un mantecado multicolor, una caja de frutas escarchadas, una cassata a la siciliana, una Bengodi para Hansel y Gretel.




Y luego están las habitaciones, unas doscientas, cada una con una decoración distinta: por un módico precio podéis conseguir la habitación prehistórica, que es una cueva completa con estalactitas, la Safari Room (completamente tapizada de cebra con la cama en forma de ídolo bantú), la habitación hawaina, la California Poppy, la Old Fashioned Honeymoon, la Guillermo Tell, la Tall and Short, para conyuges de tamaños diferentes..."




En la Historia de la Fealdad de Umberto Eco hay que esperar hasta la página 396 para que incluya alguna muestra de fealdad arquitectónica y lo hace autocitando un texto suyo (Dalla Periferia dell'imperio, 1976) que he reproducido entre imágenes encontradas en la red de la Madonna Inn, pues en su libro tan solo muestra una foto, justamente la de la habitación 206, Viejo Molino, que vemos sobre este párrafo. 



La Historia de la Fealdad tiene en la edición de "debolsillo" (Barcelona, 2011) 438 páginas y después de esta mención no vuelve a tratar de la fealdad en la arquitectura. De todos modos ya vemos hasta dónde tiene que retorcer su discurso el famoso semiólogo transalpino para describir un Cascote que previamente etiqueta como kitsch y para el que declara inicialmente no tener palabras. 


Aunque para no tener palabras, hay que ver la de ellas que encuentra. Busco alguna reseña o cuando menos alguna pestaña de dicho libro y veo que está más centrado en vida cotidiana, medios de comunicación y sociología varia que en arquitectura cascótida:

Dalla periferia dell'impero. Cronache da un nuovo medioevo

Organizzati secondo una logica tematica, questi saggi, apparsi su quotidiani e riviste tra il 1973 e il 1976, ripropongono Eco come semiologo del quotidiano, attento e curioso critico del costume e del linguaggio dei mezzi di comunicazione di massa. Eco riferisce quanto avviene alla periferia dell'impero americano, cioè nei paesi dell'area mediterranea, analizzando in modo apparentemente divagante gli slogan pubblicitari, le conversazioni della gente in treno, il discorso di Paolo VI sulla pillola, le invettive di Fanfani contro la pornografia. Tanti brevi racconti di un'Italia in trasformazione, ma ancora un po' bigotta e provinciale.

No parece que haya traducción al español o al menos yo no la encuentro en la red.


Pero semejante cascote, modelo al fin para tantos otros (véase por ejemplo este mismo) creo que merece estar aquí. Y el texto de Eco, modelo de sufrimiento a la hora de contarlo, también.

domingo, 1 de febrero de 2015

307. URBANIZACION EL RASO. GUARDAMAR DE SEGURA. Murcia. España



A diferencia de la arquitectura, en materia de urbanismo apenas se usan las etiquetas o los estilos, pero bien se podrían llamar "ciudades estilo rotonda" a algunas de las creaciones con que arquitectos y urbanistas nos han regalado en las últimas décadas. Como por ejemplo este "núcleo de población" llamado EL RASO ubicado junto a la laguna salada de LA MATA, entre la vieja ciudad de GUARDAMAR DE SEGURA y algunos otros núcleos interiores como VILLAQUESADA.


No menos de veinte rotondas articulan un nuevo concepto de ciudad jardín en la que, dado que las calles son rectas, es lógico curvear en algún lado. De momento, y ya en la entrada, tenemos una rotonda de última generación o "tipo turbo" en la que se puede curvear más o menos.


La rotonda turbo es la única entrada al nuevo núcleo de población identificado mediante una artística placa en la mediana que parece indicar las fases de un eclipse de sol (!?) y cuya significación se nos escapa:


A la rotonda de acceso responde en el interior una rotonda mucho mayor y decorada a lo Mondrián que genera unas geometrías extrañas en las edificaciones o equipamientos que parecen ubicarse alrededor:


Sólo de ver el tamaño de esta rotonda y el de las primeras casas de la urbanización ya piensa uno que en esa rotonda hubiera cabido un buen paquete de adosados, pero dejemos eso para más adelante y tomemos la primera calle a la derecha, toda recta hasta el final, para descubrir un nuevo concepto de rotonda que podríamos llamar rotonda-vicio porque en realidad no es más que un giro de noventa grados, es decir, que se ha hecho por puro vicio de hacer rotondas:


Puestos a pié de calle y gracias a las fotos de los colaboradores de Panoramio podemos ver el acogedor entorno que crea dicha rotonda y el acceso a una de las urbanizaciones.


Y ya que estamos en las casas y no queremos entretenernos hoy en sus arquitecturas, vamos hasta la piscina de la urbanización a ver el nuevo concepto de espacio lúdico y de paso, el borde del núcleo de población perfectamente contextualizado con la piscina.


No repuestos aún de la imagen del extrarradio volvemos al eje principal de las rotondas para descubrir un monumento a los barcos de la mar navegando sobre olas de jardinería:



Nos interesamos a continuación por el lado oriental de la entrada de la urbanización para enunciar un interesante patrón según el cual cuanto más pequeñas son las parcelas más piscinas tienen:


Ahora bien, puestos en este lado del Raso nos llama poderosamente la atención una zona de equipamiento comercial ubicada en medio del campo más allá de toda rotonda. En principio parece que se trataba de un mercadillo ocasional pero por lo que se ve en las fotos de los colaboradores de Panoramio y en los parkings de alrededor parece que... la... la...¿podríamos llamarla plaza? se va consolidando:









Esto de que las "plazas" de las nuevas ciudades-rotonda surjan no en el centro de la ciudad sino completamente fuera de sus rotondas es un nuevo concepto urbanístico que habrá que ponerse ya a investigar. Pero por ahora volvamos al interior del Raso y en concreto a la zona llamada de San Bruno afectada ya por la crisis donde las casas se han quedado sin construir y se ve mejor aún si cabe la gran novedad que todo urbanista español andaba buscando: ¡la rotonda cuadrada! o.... casi cuadrada, ññññ, un poquito rectangular aún, aunque no hay que preocuparse que ya se irá perfeccionando el invento.


Con la alegría en el cuerpo del último descubrimiento descendemos a la parte inferior de la urbanización, a la zona más próxima a la laguna de La Mata, donde encontramos algo esquinada la última y más grande rotonda de la urbanización cuya utilidad nos es desconocida por lo que seguramente tendrá un carácter meramente experimental:


Y es que, como les anunciaba al principio, en el cercano núcleo de población de Valdequesada, mucho menos desarrollado urbanísticamente a nivel de rotondas que el de El Raso (¡no vas a comparar!), encontramos en cambio una rotonda elíptica que, ahí sí que sí, ha sido utilizada para meter casas dentro.


No sé si ganarán o ganaremos, pero lo que está claro es que en materia de urbanismo los españoles PODEMOS!!!! Podemos hacer cada cosa y venderla encima a los alemanes y holandeses que nadie duda de que también podemos, podremos.... renegociar la deuda y declarar como los jriejos ¡el fin de la austeridad y la compatibilidad con las ciudades rotondas.