viernes, 5 de octubre de 2012

228. GETAFE (1)



Cascotes y Getafe estaban llamados a encontrarse algún día. Era un amor anunciado, un destino cantabile. Por eso nos hemos subido a ese bonito kiosko del mismo Getafe para anunciarlo al mundo. Cascotes y Getafe al fin se han encontrado y prometen unos días de felicidad a sus amigos. El mismo kiosko lo pregona con esos mástiles que se alzan hacia  el cielo como antenas, con esa cubierta que siendo una corona que ciñe nuestro encuentro parece también un barquichuelo de papel dispuesto a surcar los intempestivos mares del ciberespacio. Y qué finitas y de design las farolas que lo iluminan.

Bueno, no nos perdamos que hay mucho que ver.... (¡no sabéis cuanto!). Empecemos por la urbanística que es un arte cuyas posibilidades plásticas sólo parecen estar al alcance de los arquitectos. El lector fiel de Cascotes recordará que ya habíamos aludido a este arte en una vieja entrada sobre Sevilla (clink) o en otra más reciente sobre Alcorcón (clonk) pero la verdad sea dicha, teníamos bastante abandonado este arte arquitectónico y ha tenido que ser Getafe quien nos lo despertara nuevamente gracias, esta vez, a la variedad de estilos y soluciones creativas.

Por ejemplo, los adosados. Todo el mundo sabe lo que les gustaban a los socialistas los adosados, pero nadie podía imaginar que los arquitectos se plegaran a una racionalidad tan igualitaria como en este apéndice de Getafe hacia poniente:


Caracoles la loles. La de ellos que hay. Y con una Broadway en diagonal o una square con arbolitos para sacar a los perritos. Un logro urbanístico de esta magnitud no se hubiera conseguido sin algunos pasos previos. Por el ejemplo el evidente fracaso de estos arquitectos ilustrados que se habían leído un libro sobre la recuperación de la manzana tradicional o la pertinencia de los jardines a la francesa y propusieron que por el Norte, Getafe debería ser así:


La zona se llama el "Berzial", que no se muy bien si tiene que ver con las berzas que había antes o con los berzas que lo planificaron como una nueva arcadia arquitectónica (...ya bajaremos luego a ver lo que han hecho los quitectos). Pero en fin, lógico es que los urbanistas postmodernos pensaran de aquesta guisa después de algunos desaguisados mucho más ortodoxamente modernos que se ven por aquí o por allá. Sin ir más lejos, este que se llama polígono de las Margaritas...



...en el que el arquitecto debió de deshojar muchas de ellas pensando en si me querrán o no me querrán. O este encuentro entre varias arquitecturas modernas resuelto brillantemente con unas piezas que ni pa ti ni pa mi:


O esa batería en diagonal a la carretera de Toledo justo encima de la parrilla de adosados que el viejo arquitecto moderno dispuso tan inteligentemente para mejorar el giro de salida hacia Madrid.


Mas no concedamos todo el mérito a los arquitectos modernos como predecesores de la genialidad adosada, porque previamente a ellos, muchos otros arquitectos habían luchado a brazo partido con el parcelario para conseguir que todos los patios interiores de las casas tuvieran un mismo orden geométrico y una misma homogeneidad.


Veamos un poco más en detalle algunas manzanas de esta zona porque es una injusticia que no figuren en los manuales del urbanismo contemporáneo (injusticia a la que Cascotes pone punto y final).


En cualquiera de los casos, un urbanismo tan floreciente no se entendería si no hubiera habido detrás un centro "histórico" tan pintoresco como deconstruído al que también bajaremos en su momento:


Y ahora, para demostrarles que todo esto puede ir junto lo uno con lo otro sin desdoro alguno, y por si fuera poco, con un aeropuerto melitar empañado por Google Earth, aquí les dejo con el All Getafe completo a la espera de que me vuelva la virilidad para escribir el capítulo 2.