Un corresponsal de Algeciras me envía este Auditorio construido justo enfrente de Gibraltar a ver si los ingleses se asustan y se van. Para despistar, el arquitecto le ha puesto los colores de la bandera inglesa, aunque por detrás, ay, por detrás, le ha puesto el oleaje del mar de delante y ventanas falsas para que no entre el agua.
Mirando la primera de las fotos verán a mano izquierda algo así como un minarete (vuelvan hacia arriba). Eso. Al verlo yo di en pensar que estando tan cerca de la morería, lo mismo se habría instalado también algún muhacín desafiando (desafinando) al inglés. Pero no. Se ve que es un Centro de Congresos.
Lo sé por el cartel de la esquina:
El rayado vertical del minarete no es pintura a lo Mario Botta sino churretones de las ventanitas. Una pena. Blanca o a rayas, no hay torre que se me resista, así que desde arriba y dando valientemente la espalda al inglés, oteé el horizonte en busca de urbanismo artístico con que alimentar a este decaído blog y me encontré una muestra de urbanización habichuela a base de adosados que sació todas mis expectativas.
Mirando más al Sur se me perdió la vista (o el sentido) con esta muestra del llamado urbanismo retortijones que es como el Guggenheim pero hecho ciudad:
Con corresponsales tan majos me va a costar cerrar el blog, pero seguiré intentándolo. Se lo juro.