Ves esta casa y enseguida piensas que es de un arquitecto. No como las de al lado, que son de gente normal. Las casas de arquitecto son casas especiales, con un punto chic de glamour o locura que las hace fácilmente detectables. Esta está en Austria, junto al lago Zeller y es de Rem Koolhaas, uno de los arquitectos llamados estrella. Se ve que a Koolhass le propusieron hacer una casa en una parcela estrecha y pendiente y le salió esto (eso es lo que dice en su web). Pero cuando yo la vi (me la envió un amigo para ponerla en este blog) pensé que podía ser una casa que le habrían encargado en alguna pequeña parcela entre medianeras del abigarrado Tokio y que por alguna razón no habría podido llevar a cabo. A veces los arquitectos estrella hacen esto de aprovechar ideas de un lado para otro, seguramente por el reciclaje o la sostenibilidad. No hay que derrochar ideas. Tras haber sido el reclamo de alguna revista de moda en papel couché, seguramente será ya la envidia de todo estudiante de arquitectura con aspiraciones a estrella. Para este blog, ya saben, es otro cascote de la ruina de occidente. Y de ahí que esté ubicado en un país rico y decadente. Un país donde, sin embargo, hay unas montañas y lagos maravillosos, aunque también hay (todavía) casas normales de gentes normales. Se agradece que sirvan de contexto porque de ese modo la responsabilidad del despropósito ya no es solo del arquitecto estrella sino también de los servicios urbanísticos municipales. He visto un vídeo de su construcción (nada sencilla), aunque lo que a mí me gustaría es verla en un día de mucha nieve: para que todo el mundo saque a relucir lo del respeto al contexto o, simplemente, para verla desaparecer.