Extramuros de Avila, junto a la puerta oriental, se abre un amplio espacio longitudinal llamado Plaza de Santa Teresa en cuyo lado norte la arquitectura del siglo XIX acertó a construir unas casas de balcones y miradores sobre unos arquillos de cierta categoría urbana.
Cerrando la plaza por el Este estaba ubicada una vieja iglesia extramuros, San Pedro, que se ve tal que así:
Desde comienzos del siglo XXI, sin embargo, esta plaza ha cobrado fama por los dos edificios que ha construido en su lado meridional el prestigioso arquitecto español, José Rafael Moneo:
Suelen comentar quienes le conocen de cerca, que Moneo justifica este tipo de despropósitos diciendo que otros lo hubieran hecho peor, y no le falta razón. La culpa de este tipo de descalabros urbanos no es del arquitecto Moneo sino de la cultura arquitectónica de nuestro tiempo. Claro que..., la cultura la crean los arquitectos prestigiosos, los catedráticos de arquitectura, la ausencia de crítica y los premios de mucho ringorrango. Y en eso Moneo no es inocente.
Pero peor incluso que la arquitectura, banal, fea y sin gracia alguna de sus dos edificios, es a mi juicio la urbanización de la plaza, que mucho me temo sea también del famoso arquitecto del ayuntamiento de Logroño o de la Maternidad de O'Donell en Madrid. Véase en la foto de arriba la incómoda disposición tan "original" de los bancos, puestos en diagonal respecto a las líneas maestras de la plaza...
...y obsérvese el estudiado juego de los ejes y las diagonales del nuevo pavimento peatonal apuntando a la iglesia, a la estatua de la santa o a la calle que continúa la plaza entre la iglesia y los arquillos. Eso no es obra de un arquitecto del montón sino de un tipo de "diseño moderno" realizado sobre la mesa de dibujo que para nada sigue los patrones del diseño tradicional de espacios urbanos mucho más sencillos y respetuosos con el orden geométrico general. Lo que vemos ahora es un diseño moderno "de arquitecto" que tratando de emular algunas grandes obras del género de las pavimentaciones urbanas, acaba colocando en diagonal a la gente que se sienta en sus bancos como si la calma de la plaza no tuviera que ver con ellos.
En efecto, como se desprende de esta entrevista publicada en el ABC, toda la nueva ordenación urbana es de Moneo y lo más indignante del asunto es que utilice la peatonalización de la plaza como justificación populista de su proyecto, cuando precisamente es la peor parte del mismo con mucha diferencia. Gracias a internet ahora tenemos mucha más memoria que antes y embaucadores como Moneo no nos van a engañar tan fácilmente. Google Earth no da fotos aéreas de la plaza antes de su remodelación pero google imágenes sí que deja testimonio de lo que se sabía hacer antes de que hubiera arquitectos de relumbrón y cultura arquitectónica en la miseria.
La plaza de Ávila clama al cielo, pero cuando menos algo podremos aprender de ella. Así que, estudiantes de arquitectura, si queréis aprender arquitectura de la buena, no sigáis a los gurus mediáticos y a los profesores y catedráticos modernos. Poned los ojos en la historia. Preferentemente, del siglo XIX hacia atrás. ¡¡¡ Estudiad en internet !!!
Bueno, y también en los libros: sobre el aroma de la vieja plaza de Santa Teresa y el también desaparecido Café Pepillo pueden leerse unas bellas páginas de José Jiménez Lozano (32 a 35) en su libro Ávila, de la colección Nuestras Ciudades, ed Destino