Ahora que lo pienso mejor, Cascotes estaba en un error: en realidad no se había muerto, sino jubilado. Y lo que necesitaba no era un columbario, sino un nuevo HOGAR, o una RESIDENCIA.
Pero como la oferta es amplia y la arquitectura variada, en vez de descanso, ay, hemos encontrado más trabajo.
Había ido yo a Alfaro a recoger material para mi colección de casas solariegas cuando al pasar por delante de su Hogar del Jubilado me di cuenta de que lo que Cascotes necesitaba era una cosa así, un balneario. Pero como por Alfaro no pasa el mar, pensé que mejor retirarme en Peñíscola, dejando volar mi imaginación por entre esos óculos de remate:
A juego con los de la fachada.
Aunque para vivir en óculos, bien podría retirarme a este de Valencia con el que casi podría navegar.
Esta vez google no me ayudó gran cosa. Puse en el buscador Hogar del Jubilado o Residencia de la Tercera Edad y apenas me salían fotos bonitas. Uno de los más publicados era este hogar estilo búnker:
El Tormes queda bien, pero la puerta da un poco de miedo, la verdad:
Y la fachada:
O el patio:
Ya digo, es el que más fotos tiene en internet. Por algo será.
Cambio de aires, que el Tormes me pilla a desmano, y busco por el Mediterráneo, menos austero:
En Alcaçer tengo este, y como hice ascos por lo pequeño (que no por las columnas), dieron en ampliarlo:
Se le ve más alegre ahora. Y con más columnas (lo amarillo no cuenta que es la bajante de escombros).
Pero como andaba con dudas subí a Vinaroz y parece como que hubiera vuelto al Tormes:
Si no hubiera sido por el letrero no hubiera entrado. Como tampoco hubiera reconocido a este de Burgos. Si no hubiera sido por el letrero...
Este azul de Alcobendas no tenía letrero y me lo perdí.
Pero este otro de Lérida sí que supe que era para jubilados porque salía muchas veces en internet como obra importante de arquitectura:
Lo que más me gustó es lo de la ventana a ras de suelo y torcida para no distraer a los viejos de la partida de mus:
Puestos a elegir entre modernidades este Hogar de Alcalá de Gurrea, provincia de Huesca, podría tener hasta una mención de su Colegio de Arquitectos:
Aunque yo para jubilados no lo veo. Más me cuadra con un centro de trasplantes de hígados o algo así. Para jubilados dame de esto (Madrid):
O de esto (Aranda)
O de esto (Cevico de la Torre, Palencia):
O incluso de esto (Ademuz, Valencia)
¿Qué de variedad para elegir, eh? Qué de imaginación la de nuestros arquitectos de España para solucionar el gran problema de encontrar Hogar o Residencia para los Cascotes Humanos... ¿eh?
Claro que este de arriba, de Casarrubuelos, provincia de Madrid, con fachada alada y traseras curvadas tampoco se queda manco. Casarrubuelos es ya famoso por el famoso gran muro verde, pero eso es porque no se conocía lo suficiente su Hogar del Jubilado.
Y este otro Hogar en la Onada de la Rápita, que abre sus alas a modo de abrazo al jubilado, tampoco está nada mal. Dijo mi socia al verlo que parecía como lo de la M-30 pero al revés.
Pero esto no es nada para lo que han llegado a pensar nuestros hermanos portugueses. En concreto, dicen las webs, dos discípulos de Siza Vieira.
Está en Alcacer do Sal. No me digan que no quieren jubilarse ya para ingresar en un sitio así.
Será acaso por la cercanía a las modernidades portuguesas que en Villar del Buey, Zamora, se han atrevido a poner a la tercera edad haciendo equilibrios:
Buah! qué sensación de ingravidez para unos tíos tan pesados como los jubilados.
Este de ladrillo me parece que está en Benavente, lindando con Zamora. Y la única pega que le veo es lo del letrero tan pequeño.
Este de Avila que parece un trujal no tiene letrero para que no sepa la gente lo que se cuece dentro, aunque el anuncio es inequívoco. Y su stiling arquitectónico también.
A un paso de casa tengo este otro en Autol, mezcla de vanguardia y tradición:
Pero puestos a elegir, denme un sitio grande donde se acumulen muchos jubilados. Porque la unión hace la fuerza. Esta residencia la tienen en El Ferrol, o sea, un poco más arriba. Es como simétrica asimétrica, o sea, que está muy bien.
Bueno, si han llegado hasta aquí, les cuento que hace unos años me planteé algo más en serio el tema de la vejez y su arquitectura, pero nadie o casi nadie me tomó en serio. Sólo un tipo de Valencia me invitó a dar una conferencia. Todo empezó porque vi en Extremadura una residencia de ancianos con pinta de cárcel. Les doy los enlaces de aquella excursión: Arquitectura y Vejez 1, Arquitectura y Vejez II, conferencia de Valencia.
Y permítanme que no busque más arquitectura y me fíe de las estrellas. Y de los rótulos. Este de Madrid promete cinco.
Lo que Cascotes estaba buscando.