Hoy va una de urbanismo artístico a la bilbaína. Como el bacalao. Vamos a llamarlo Operación Garellano. Y vamos a contar que ha sido cocinada en esta misma década que ya se va acabando. Pero de primer plato les voy a mostrar otro secreto guardado a voces. Lo llamaremos Operación Sabino Arana (con ese patrocinio...), que es el envoltorio del bacalao. A ver si me explico con pocas palabras: usted venía de Vitoria, San Sebastián, Burgos o Logroño y quería entrar a Bilbao por el Sagrado Corazón desde la autopista. Pues bien. Tenía que pasar del punto A al punto B.
Cosa más sencilla imposible porque la ciudad le brindaba nada menos que una amplísima calle de 50 metros de anchura (antes Avda de José Antonio, ahora Sabino Arana, menudo santoral).
Justo aquí encima la solución poco artística del problema (de cuando la calle se llamaba José Antonio). Pero el Bilbao moderno y peneuvista (¿pene u vista?) no podía conformarse con tan poco, que para eso tenían a un bilbaíno de director en el Museo del Prado. Nada menos. Y pensaron que era mucho más artístico ir de A a B dando una vueltecita. Así que se pusieron manos a la obra y pensaron esto que ven (foto aérea del 2011):
Y como los ciudadanos aguantan todo, pues a callar y seguir votando al pene uve. Total, las ciudades soportan lo que les echen. Se cortó el vial entre A y B y aquí paz y después gloria.
Pero fíjense bien: en el centro de ese bucle hay una manzana con edificios bastante ordenados según la trama urbana, que mira por dónde, era un Cuartel del Ejército. El Cuartel de Garellano. Y donde hay ejército hay guerra. Acerco la foto y la señalo con amarillo para que la vean mejor:
En ocho añitos de nada, oiga. Falta en la foto 3d de google earth la cuarta torre, que es la que se ve en primer plano en la foto que abre este post, pero tanto da porque el nuevo orden geométrico y la claridad de ideas urbano-arquitectónicas queda perfectamente puesta de manifiesto con esta imagen. O con las que les ofrezco a continuación, porque picado de la curiosidad, ayer mismo me metí por ahí dentro y me di una vuelta a ver qué había:
Rediós, calles más artísticas
Accesos limpios a las viviendas
Todo peatonal y sobre pilotis
En la artística placa de tradicional estilo pone que todo se llama Garellano Plaza
Aunque plaza plaza, o sea, espacio estancial que dicen ahora, debe de ser esto, que está en el borde con la calle y tiene banco y papelera marca B de Bilbo Bilbao.
Una calle con tranvía, o sea, a la europea, que no todo va a ser genuino y a la bilbaína
Claro que si quieren espacio urbano, los vecinos de plaza Garellano pueden acudir a solazarse en la antigua avenida entre el punto A y el punto B, donde lo hay en abundancia.
O en las cercanías de la autopista de circunvalación que también hay para dar y tomar
Hay tanto espacio libre que ni con carriles bici de doble anchura ni con los juegos infantiles más grandes del catálogo lo consiguen llenar.
Fuera sarcasmos: qué barbaridad. Qué despilfarro de infraestructuras, qué despilfarro de espacio urbano, qué chapuza de arquitectura, qué vergüenza de geometría y de relación entre los nuevos edificios y las nuevas calles. Por no hablar de los atascos que se forman en el nuevo tunelcito de acceso antes de llegar a los semáforos y a los monstruosos edificios de la uni, de la euskal televista, o de la sempiterna estación de autobuses en obras que todo lo va a arreglar. Eso sí, con el nuevo San Mamés como una joyita erguida sobre enormes espacios limpios alrededor con la supertele puesta a todas horas. ¿Y los arquitectos y urbanistas bilbaínos están calladitos? ¿y esto no sale en las revistas de arquitectura? ¿no hay ni una crítica en los periódicos...?
Y Cascotes medio muerto...