No sé qué es más indignante, si la pintura en sí, destrozando la sencillez de formas de este Faro, usándolo como soporte de un collage de motivos decorativos banales, o que los Colegios de Arquitectos y la "crítica especializada" de este país (ánimo Galiano) no digan ni mú. (Aparte del dinero público empleado que según dicen ha sido de 70.000€)
Del éxito popular de la intervención, mejor no hablar. Véase al menos esta foto que hice para facebook. Y es que... cuando hay Cascotes a la vista, adiós buenos modales.