Singapur no había salido en Cascotes, porque si Cascotes se va a Singapur lo mismo no vuelve. Imaginen que me instalo en un apartamento de esta gran promoción construida por una de las más prestigiosas firmas de arquitectura del mundo. Imaginen que encuentro el apartamento que me han vendido y que me instalo. Imaginen que se me ha olvidado comprar el pan y bajo a la panadería a comprarlo. Ya no imaginen más y llamen a la policía para que me busquen, porque una vez puede que encuentre mi casa, pero dos ya es mucho, y más con el pan bajo el brazo.
Y así es. Un arquitecto con nombre torero, "Ole", y apellido holandés, Scheeren, ahijado de Koolhaas, el del OMA. Guapo y atendiendo a las entrevistas de las locutoras de televisión:
Con perfil para la prensa especializada:
Y planta para las del corazón:
Sentado y comiéndome la barra de pan (ya luego seguiré con las uñas) pienso que yo también podría emparejarme con alguna indonesia. Aparte de guapas son dulces, aunque también dicen que hay que tener cuidado con sus uñas que son largas y afiladas. No me comeré las uñas.
Miro hacia arriba a ver si me acuerdo de cuál no sería mi apartamento y siento vértigo al revés. No es que me vaya al abismo sino que se me cae el mundo encima.
Por suerte tengo aún batería en el móvil y puedo escapar por el aire mirando el mapa.
Eso es, ahí. Ahí he estado. Donde el punto amarillo:
Ya no tengo miedo a Singapur. Lo mismo vuelvo otro día.