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Como hace mucho tiempo que no bajo por abajo, me entero gracias a los meritorios n+1 de un supercascote sevillano que tiene en un sin vivir a los de las cuentas públicas municipales con sus “ligeros” desajustes presupuestarios y demás problemas normativos.
Lo que más que gusta del proyecto es que estas setas (como las llaman los sevillanos) dan mucha sombra (que falta hace en Sevilla), son sostenibles (pues no hay que regarlas como a los árboles) y convierten al “crítico” Fredy Massad (por quien yo di un duro hace algún tiempo) en un publicista más del tontolaba-system: Una idea para Sevilla.
Pues nada hombre, de ideas estamos faltos. ¡Y olé mi arma y olé!
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