.
Contemplando la fachada noroeste de Trípoli se me ocurre una hipótesis arquitectónica que a poco que me esfuerce en argumentar la voy a hacer ley, a saber: que toda ciudad de país cutre y dictatorial (perdónesemé la redundancia) presenta una zona de Cascoteles en su frente marítimo inversamente proporcional al nivel de su subdesarrollo cultural, o lo que es lo mismo, que cuanto más atrasado es un país, más jrandes y expantosos los Cascoteles para periodistas extranjeros y gente bussines class.
La opción edificios sketch up ayuda mucho a localizarlos porque los Cascoteles y Cascoficinas son los únicos edificios que en ese tipo de países se pueden permitir la vanidad de jugar al programa de dibujo de google. La foto de arriba hace las veces de presentación. Y bajando al suelo (armados de valor, claro está), vamos abriendo Panoramios para verlos en detalle.
Justo al lado de la ciudad vieja se sitúa el flamante Hotel Corinthia, con una paradisíaca escalera y elegante arcada que hacen los honores al reportero de Cascotes.
Al Panoramio de la ocasión se le ha subido la color más que a mí, pero viendo la ubicación de tan acstupendo asdefesio, justo junto al casco antiguo de la ciudad, se le sube a uno aún más:
El complejo de las Five Towers (desde donde está tomada la foto anterior....) es ya un clásico en el skyline tripolitano. Sale en la wiki antes que un trozo de arco romano que les queda por donde el puerto. Tiene aire del Este más que de Oriente, o sea, comunistón, ruso, serbio o así, pero en la playa.
Acercándose un poco más se le ven las celosías (en el zócalo), aspecto que ningún arquitecto que trabaje para esta zona debe olvidar, por muy marxista que sea..
El tercero de los masnumentos que nos presentaba sketch up es nada menos que la Torre Al Fatah que como suena a terrorista asusta que no veas. Es una cosa postmoderna con platillo volante encima, arco en medio para la ventilación y several tics bereberes o asín. El Fotograforamio nos lo presenta a juego con una palmera para más recochineo, o para que no pensemos que estamos en Kazajstan:
Item más. Lo que no trae la panorámica con sketch up nos lo descubre el Panoramio a pie de calle: al lado de la Torre Al Fatah han plantado un edificio más Fatahl aún si cabe. Tan difícil es de entender y tan ajeno a las simetrías moriscas que hasta al arquitecto se le ha debido resistir al dibujo con el programilla de marras:
Una vez descubierto no nos podemos resistir a dar la vuelta a esa valla de arquitecto pasado por el Pompidou para verlo más de cerca. Es jrandioso de veras. Para que no se nos olvide y lo podamos citar en las vídeo conferencias, que sepamos que se trata de la Abu Bila Tower.
El cuarto elemento del barrio (ahora quinto tras el descubrimiento del Abu Bila) es un prisma muy suizo... o muy japonés, que vaya Vd a saber en qué facultad habrá estudiado su arquitecto, todo celosía pero con unos cortes deconstructivos en la piel que al pobre dibujante del sketch up (ver en detalle arriba) le han traído a mal llevar. En la foto panoriámica se ve sin embargo que los cortes tienen continuidad entre una fachada y otra:
La sorpresa nos la ofrece ahhhh una foto parcial en la que adivinamos que por detrás no tiene velo:
Se llama la JW Marriot Hotel aunque también aparece citado con nombres de oficinas. Sea como fuere, es al verdadero aficionado a la fotografía nocturna de arquitectura al que este edifesio le colma de satisfacción:
Menos mal que Gadafi no se ha enterado de que visto de noche se parece a los cachirulos que pone Gallardón en Madrid por Navidad, que si no lo tira él mismo.
Vale. ¿Podemos llamar ya a la aviación aliada para que empiece? No, no, por favor. Que todavía no se ha colmatado la zona ni mucho menos. Los aficionados de Google Earth y Panoramio nos informan que de seguir Gadafi en el poder y el petroleo subiendo, este jrandioso frente marítimo va embellecerse con nuevos edificios de corte golfoarábigo pasado por las ingenierías alemanas tal que asín:
No tiren bombas hasta que no estén acabados, por favor. No se vayan a confundir los cascotes de la arquitectura con los cascotes de verdad y luego nos hagamos un lío.
Dicho de otro modo, visto esto, yo no voy a Trípoli ni a bombardear. ¡Y que vuelvan mis cuatro viones F18 cuanto antes! ¡Qué menuda de petroleo deben de gastar, y al precio que está!
.
.