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Y es que ya nadie encuentra a nadie. Quedas en la Puerta del Sol con los amigos y no hay forma de dar con ellos. Tratas de ir de Carretas a Preciados y tardas más que dar una vuelta a todo Madrid en la M-40. Y eso si consigues dar con la calle que quieres porque la marea humana te puede llevar de uno a otro lado sin darte cuenta. El otro día quedé con mi madre en la boca del metro, -asegura una joven muy enfadada-, pero la gente me fue empujando hacia abajo y acabé en Legazpi. Encontrar el oso y el madroño es un logro, y conseguir hacerse una foto junto a esta estatua emblemática a más de medio metro de distancia, un milagro. La gente está que trina y los aspirantes a concejales ya han tomado nota y lo han incluido en sus programas electorales. El tiempo de las peatonalizaciones salvajes ha terminado. Madrid era mucho más humano antes, asegura todo el mundo, cuando los coches iban por las calles y la gente se repartía por aquí y por allá. Que la plaza se llene una vez al año por nochevieja no está mal, pero que parezca nochevieja todos los sábados por la tarde es un poco fuerte, asegura un madrileño de pro. O un madrileño retro, habría que decir. O mejor, un madrileño retropro porque dentro de poco lo retro será pro y las calles y plazas de Madrid volverán a ser como antes: mucho más humanas, mucho más accesibles, mucho más cómodas para las casas, los coches y la gente. Y además así el año no se acabará cada semana, que bastante acelerados están los tiempos.
Por un Madrid mucho más equilibrado, más tranquilo, por un Madrid como el de antes ¡¡¡VOTA DESPEATONALIZACION DEL CENTRO!!!
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