Yo me quejaba de la estación de autobuses que nos ha caído en Logroño, pero haciendo un viaje virtual por Colombia he caído en Tunja y aún he tenido que celebrar la suerte que hemos tenido aquí en La Rioja con el arquitecto que nos ha tocado.
Hace ocho año pasé en autobús por las afueras de Tunja y lo único que recuerdo es lo que apunté en mi cuaderno de notas: que el caos urbano de Tunja, visto desde el autobús, era impresionante.
Me imagino ahora lo que será sumar a aquel caos urbanístico, la empanada mental del arquitecto que les ha hecho la estación de autobuses.
Pero no solo la del arquitecto. Miren si no la de vueltas que tienen que dar coches y autobuses que vayan de la circunvalación o del centro de la ciudad a la Terminal:
Lo de los arquitectos es de feria, pero lo de los ingenieros de caminos es de circo: ¡menudas pirivueltas!