El periódico más importante de nuestra región, el de más tirada, el más leído, el que más beneficios da a sus accionistas, el…, el…, el único que hay, daba en portada este domingo la noticia del ascenso de nuestro club de voleibol femenino con la fotografía de Dónezar que puede verse arriba.
Aunque según puede leerse en este blog (Puntos de Acuerdo) mi afición por el periodismo y el voleibol femenino han ido últimamente a la par, al leer esa noticia no experimenté emoción alguna.
Por suerte, el “periodismo de investigación y memoria histórica” que sutilmente practica nuestro periódico me sacó de dudas: en las páginas interiores y cortada por la mediana, publicaban bien grande una fotografía (también de Donézar) del equipo del año pasado. Esta:
Así entendí que mis aficiones parejas al periodismo y al voleibol femenino eran falsas. Y que mi verdadera afición sigue siendo el diseño...
(¿Os imagináis lo interesantes que han tenido que ser los debates entre directivos, patrocinadores, técnicos y jugadoras sobre el cambio en la parte inferior de la indumentaria?)