Mientras los perdidos valles de montaña de este país se han estado despoblando, la Dirección General de Bellas Artes ha estado empeñada en una labor sorda y callada “digna de toda admiración” preparándolos para el futuro trasiego turístico. Así, en Roda de Isábena, perla del escondido valle oscense de Isábena, que hasta fue sede episcopal en la noche de la Edad Media, han reconstruido su muralla con piedra auténtica y de verdad para que los avezados turistas españoles puedan regresar a dicha época sin necesidad de ir a Eurodisney.
Con lo que no contaba la Dirección General es que hubiera gente que no siguiera la “dirección general” y descreyera de las Bellas Artes.
Y es que, cuando aparqué el coche en el polvoriento lugar ya habilitado para los turistas, vi eso que veis ahí arriba, y me puse a hacerle una foto, los demás turistas me miraron con mala cara: será raro y faltón el tío ese… ¡mira qué cosas se pone a fotografiar!