Hace unos días el periódico local publicaba la lista de los veintitrés “equipos” de arquitectura que se presentan al concurso del Centro de la Cultura del Rioja en la Casa de la Virgen. Al margen de felicitarles por su osadía y asustarme por su imprudencia (si un Centro de Cultura del Rioja ya me parece un disparate, meterlo en la Casa de la Virgen y en los solares que van tirando al lado es un disparate al cuadrado), lo que me llamó la atención de la noticia es el listado de los nombres de los estudios a quienes el periódico, aparte de llamarles “equipos” les llamaba también “firmas”.
Había en la lista algunos nombres propios, o sea, propios de la liberalidad de la profesión, propios de la responsabilidad de las personas que la ejercen, propios del honor por el que se cobra, etc. etc. pero entre los veintitrés había estos otros trece nombres:
Darpe Arquitectura
UTE Ez Arquitectos Rioja
TYPSA
DGN Arquitectos
QBO Arquitalia
TAGGAT
UTE Obras y Construcciones
PI Gescar
Oficina D´Arquitectura i Enginyería
AVA Arquitectura
JAMN Sociedad
BSA
Warqs
Es curioso porque en la lista de los treinta y tantos premios Pritzker de Arquitectura no hay ni un solo nombre de este tipo. No es que vaya a defender yo las mamarrachadas que hacen la mayoría de los Pritzker (verdaderas “firmas” de arquitectura y no arquitectos), pero me pega que esta otra forma de firmar no es más que otro Cascote de la profesión.
