Frente al modelo digamos que… “terrorista” o de “golpes de efecto”, según el cual lo que se pretende con una demolición es demostrar que se pueden tirar las casas de cuatro en cuatro, incluso estando delante del PSOE, en las narices del COAR o en la calle SAGASTA (ver Cascotes anteriores), la destrucción actual del caserío del casco viejo de Logroño no se queda en esas minucias guerrilleras, sino que avanza en todos sus frentes como si se tratara de una GUERRA TOTAL.
En ese sentido, uno de los métodos más demoledores es el efecto “dominó” o “cuña”, que como cualquier estratega militar sabe consiste en detectar una fisura o un punto débil en el frente enemigo y avanzar en tromba por allí.
Es lo que ha pasado en las traseras del cine Moderno de la calle Mayor de Logroño. Hace un par de años, cuando hice la foto que he puesto arriba, había una casa tirada en el número 95. Pues bien, por este boquete han entrado a saco y han volado cuatro casas más, la 97, la 99, la 101 y la 103, dejando la cosa así:
Impresionante ¿eh?
Bueno, hay que ver también el lado bueno. No seamos tan pesimistas. Mirad bien ambas fotos y descubriréis que gracias a semejante destrucción, las traseras de las casas del otro lado de la manzana se están rehabilitando. Seguramente como quien sabe que van a ser fachadas por mucho tiempo…
Una vez más pongo las imágenes de las cuatro casas recientemente destruidas para que el Ayuntamiento y los arquitectos reconstructores del COAR tomen nota:
Y como de la casa 101 había un planito de fachada de 1876 del arquitecto Ignacio de Velasco, pues también lo pongo para facilitar la labor:
(¡Ah! creo que se me olvidaba decir que los “socialistas-regionalistas” que ahora gobiernan el caserío se pasaron doce años en la oposición diciendo que los “populares” se estaban cargando el Casco Viejo… Vaya, vaya, vaya: ¡Cuerpo a tierra que tiran los nuestros! -decían en la guerra).