lunes, 7 de enero de 2008

47. MONUMENTO A LA ROTONDA



Uno de los problemas urbanos más graves que tienen planteados los políticos, ingenieros de caminos y urbanistas varios, es qué demonios poner en las rotondas. El repertorio de olivos, esculturas y jardinerías de saldo parece que se agota y hay que dar nuevas ideas. Como cada vez hacen más y las hacen más grandes había llegado a pensar en sugerirles que las plantaran de maíz para hacer biodiesel y que así todo quedara en casa. Pero como esa idea es demasiado práctica y no me atrevo a proponerla aún, he seguido buscando y me he tenido que ir muy lejos para dar con algo verdaderamente novedoso e impactante.

Este “monumento” a la propia rotonda que he encontrado en Pekín es la solución perfecta y estoy seguro que les va a encantar. Se puede poner en el centro de la rotonda en plan clásico, o como se ve en la foto, también se puede poner descentrado, dándole al diálogo del monumento con la rotonda un aire de modernidad. Y en cuanto al problema de la autoría no hay que preocuparse: como los chinos seguro que la habrán copiado de otro lado, nadie nos va a decir nada por copiarles a los chinos.