Tiene una jeta tan grande que le sube por la cabeza y le llega hasta el cogote.
No me importa que le den el Pritzker pues ha hecho méritos sobrados para estar entre esos treinta grandes Nombres que ya están en la Historia de la Arquitectura por haber hundido a la arquitectura en la más absoluta miseria. No, no es por eso por lo que digo lo de su jeta extensa y circunvalatoria. Lo digo porque encima de hacer esos adefesios de edificios que hace, va y le dice a la Zabalbeascoa que no quiere hacer edificios bonitos sino LUGARES hermosos. Y va la Zabalbeascoa y como bien mandada lo coloca como titular de la noticia. Hace falta valor (o hace falta ser jeta… o algo mucho peor) para apropiarse del discurso de quienes aborrecemos la arquitectura mediática, y hace falta ser tonta y canalla para encima lanzárnoslo a la cara desde los titulares del periódico de máxima difusión.
Por si ello fuera poco, el director de la revista a+t , Javier Mozas, escribe en la misma página que “Con él, la arquitectura cada vez es menos disciplina, más paisaje, más estrategia, más comunicación, más cine” como si eso fuese compatible con lo que pregona Zabalbeascoa y todo valiera. Claro que, el articulito de Mozas no apunta a la coherencia sino a la poesía más cursi y pedante. Así lo acaba: “Nouvel ha conseguido que se funda la realidad y la ficción, el instante y la eternidad. Ha añadido a la arquitectura la conciencia de eternidad que sugiere la fugacidad de un instante”. ¡Qué tío este Mozas! ¡Lo que sabe!
Para curarme de espanto me he comprado el segundo periódico de mayor tirada y aún peor. El jeta total se apunta a todo. Veamos si no.
El periodista corresponsal Rubén Amón le lanza una pregunta anzuelo: “De hecho sus últimas obras se atienen a una suerte de sensibilidad medioambiental”. Y Nouvel contesta: “Completamente. Los materiales, la concepción, la vocación… (los puntos suspensivos son suyos aunque no sé qué quieren decir). Me interesa la idea de la arquitectura sostenible”. Pues faltaría más, hombre.
También ELMUNDO completa el reportaje a dos páginas de la concesión del premio Nobel (que no noble) de la arquitectura con un sesudo artículo de otro genio de la “crítica” de la arquitectura llamado Enrique Domínguez-Uceta que seguramente llegará a hacer algún libro de Historia. Fijaros como poetiza éste la cosa: “Jean Nouvel, un genio de la construcción, ha logrado desmaterializar sus edificios hasta conseguir que parezcan levantados con poesía y luz”. Impresionante.
No sé si la Zabalbeascoa llevará peluca, pero como no conozco a Mozas ni al Domínguez-Uceta, me los imagino tan rapados como el maestro prizkerpremiado. Y no por el look sino por la jeta.
Aludiendo a la muerte antes se decía que tarde o temprano todos calvos. Pero estos calvos son muy vivos y la muerta es la arquitectura. Y si de paso silencian a quienes reivindicamos la construcción de los lugares según los modos intemporales y no según las firmas de los artistas, la jugada es completa.
El año pasado, Javier Dulín me envió esta foto en la que un yogui medita sobre la “hermosura del lugar” que la famosa torre que Nouvel hizo en Barcelona creó en torno a sí. Es el momento de ponerla en el blog.
(Menos mal que sólo dan un Pritzker al año).
