miércoles, 27 de mayo de 2009

114. VALENCIA, Museo de la Ilustración, Vázquez Consuegra



Ahora que me doy cuenta, lo único que ha cambiado desde que escribí este artículo para elhAll (septiembre del 2004) es el soporte. El papel se ha convertido desde entonces en el reducto de los privilegiados, los pringados, los que detentan el poder. Al publicarlo ahora en esta web llamada Cascotes creo que cobra un nuevo sentido. No sé cual, pero mis sensaciones son bien distintas. Ahora tengo la sensación de que el papel se ha desprestiagiado en los últimos cinco años tanto como la arquitectura en todo un siglo.

Esta es la LOCALIZACIÓN del edificio en cuestión.





CONSUEGRADO
por Juan Diez del Corral

Consuegra es un arquitecto consagrado. No hay más que leer las alabanzas de Vicente Verdú en el artículo que abre el catálogo de la exposición que ha ofrecido en septiembre el COAR o el exaltado panegírico que le dedica un tal Javier García-Solera (parece que arquitecto) en el artículo que lo cierra, para darse cuenta de que estamos ante un santo de la arquitectura contemporánea española. Por no hablar del brillante currículum vitae que se incluye en el mismo. Así lo debieron de entender los jóvenes arquitectos de nuestro colegio que casi llenaron su habitualmente semivacía sala de conferencias cuando el pasado 16 de septiembre el consuagrado bajó de los cielos del papel couché -y de sus letanías laudatorias- y vino a Logroño a contarnos sus milagros.

Confieso que es un espectáculo que me apasiona, uno de los mejores espectáculos que se puede contemplar en provincias: ver a los santos venderse a sí mismos como mercancías teológicas por las salas de pueblo. El impudor en aceptar la publicidad que le dan las exposiciones, artículos y presentaciones, resulta conmovedor; y el silencio del respetable ante la endeblez de sus discursos tiene más morbo que cualquier programa de la tele. Guardaba yo en el recuerdo la presencia primaveral en nuestra Escuela de Arte de esa viejecita llamada Bernardo Atxaga como el mejor espectáculo de este género en el presente año, hasta que el solemne discurso sobre el lugar, la arquitectura de cuerpo y mestizaje (?) de Vázquez Consuegra me ha puesto en duda sobre el number one de la temporada.

Lo peor de todo es que llevé a mi hija al espectáculo sin darme cuenta de que los jóvenes necesitan santos y referencias. La pobre se aburrió como una ostra ante lo vacío del discurso y salió hecha un lío entre la pose del artista y el descreimiento de su padre. Me sentí verdaderamente culpable del fregao en que la he metido. Con lo bien que se lo pasaría coleccionando hierbajos o piedrecitas de haberse puesto a estudiar botánica o geología....

El problema es que meses antes habíamos ido juntos a ver en Valencia el Museo de la Ilustración de Consuegra y allí comentamos todas sus formas, detalles y contenidos hasta concluir lo disparatada que es la arquitectura que en estos momentos esta pasando a la Historia (ver muestras en el reportaje fotográfico). Por eso que, más que nunca, era obligado en este caso conocer al personaje que estaba detrás de la obra.





 En el estupendo vino cena que es costumbre en nuestro Colegio después de las conferencias, el decano me presentó al conferenciante y haciendo abuso de la cortesía le pregunté que cómo se había prestado a hacer un Museo de programa tan vacuo como el de la Ilustración de Valencia. Su respuesta fue tan contundente y clarificadora de lo que es la arquitectura consuagruada de nuestro tiempo que no puedo resistirme a compartirla con mis lectores: "no he vuelto a entrar en el edificio desde que se entregó, no he visto cómo se ha montado el museo, y no me interesa lo más mínimo".







Es difícil encontrar una expresión tan perfecta de eso que se da en llamar la arquitectura ensimismada. Una arquitectura que se ofrece una y otra vez como un enorme objeto escultural ocupando espacios privilegiados de la ciudad y costando una porrada de euros a mayor gloria de su autor.





Como el diálogo cortés con Consuegra ya no podía seguir, mi cuestionamiento público es obligado: ¿cuándo diablos vamos a empezar a entender que la arquitectura no es un gran objeto escultórico puesto en medio de la ciudad para dejar atónitos a los ciudadanos y contentos a los turistas? Por favor, la escultura tiene su lugar en la arquitectura como mediadora entre la escala arquitectónica y el hombre así que ya vale de gigantescos ejercicios escultóricos y de fotografías de edificios prístinos y vacíos. ¿Cómo se puede desmarcar uno con despecho de la arquitectura virtual (en todo caso abierta a sus diferentes materializaciones) para caer en la construcción de una arquitectura torpe, pesada, y cerrada en sí misma, a base de un reducido lenguaje de fríos muros de hormigón, rampas desoladas o pérgolas en eterna espera de las bugambillas? ¿se creerá Consuegra que por romper sus edificios para hacer pasadizos peatonales que conecten más o menos con calles adyacentes ya se puede llamar a eso "arquitectura con una gran vocación urbana y de lugar"?

Y eso por no hablar de la confusión de significantes que muestra su arquitectura en connivencia con lo más granado del actual panorama nacional: hubo una foto de una fachada del museo naval de Génova que parecía sacada, tal cual, del edificio de la Maternidad de Moneo en la calle O´Donell de Madrid. Puro estilo raya cristal. ¿A eso se llama arquitectura nacida del lugar?



Ya vale de hablar del lugar con tanta frivolidad, hombre. Un lugar no es el espacio en que se asienta la obra de arte de un iluminado sino un denso tejido de huellas humanas que se construye con las intervenciones de los hombres cuando éstos no tienen puestas sus miras en el éxito de los concursos, en la publicación de las revistas de papel couché o en su inclusión en la Historia. Un lugar es un espacio en el que los hombres viven y están día a día con la comodidad con que se lleva la ropa, y no un espacio en el que inventar recorridos quebrados y desolados rincones a mayor gloria del minimalismo abstracto o de la fotografía arquitectónica. A la vista del barrio en que se inserta, decir que un museo como el de Valencia es una obra pensada desde el lugar daría verdadera risa si no fuera por el daño que le hace. Un daño en el que, todo hay que decirlo, Consuegra no es más que una pieza de la cadena de despropósitos que se hacen por la ausencia de una teoría de la arquitectura mínimamente sólida. En todo caso, la pieza estelar, la más notoria. La que más llena nuestra sala de conferencias y más contento tiene a los periodistas de arquitectura que no entienden nada.

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Nota de la Redacción sep2015: me faltaba por contar que por este artículo, el COAR tomó la decisión de echarme de la dirección de elhAll y a la postre, del Colegio de Arquitectos.


martes, 19 de mayo de 2009

113. VITORIA, Casco Viejo, Museo, Mangado



Esta cosa con dos marcianos buscando la entrada es la última genialidad que el PRESTIGIOSO arquitecto hispano-japonés Manga Do, supuestamente de Pamplona, ha construido para adornar Vitoria.

La periodista o arquitecta (tanto da) Silvia Carnedo, que lo presentaba a los sufridos lectores de ElPaís Viajero decía de él hace unos días: “Materiales nobles utilizados con acierto que conviven en armonía con las vetustas piedras del entorno”, y como es una chica con carrera (sea la que sea) pues ella sabrá lo que dice.

La última vez que estuve paseando por el Casco Viejo de Vitoria estaba lleno de abertzales afines a terroristas, así que me hago una idea del efecto de ambiente. Aquí el plano y la localización para quien se anime a acercarse al bicho. Responde al nombre de BIBAT.

jueves, 14 de mayo de 2009

112 TARRASA, Barcelona, España. Edificio de la Curia



Pocos ciudadanos son los que se llevan las manos a la cabeza ante los Cascotes que están cayendo, pero haberlos, haylos, escondidos, claro está, en la maraña de la red. El otro día, así, como por casualidad, encontré en un blog de hace dos años a un tipo pidiendo socorro ante el edificio que pretendía construir la curia en su pueblo. Y puso este fotomontaje, sacado seguramente de alguna presentación del proyecto en la prensa.

Me ido con google hasta el lugar a ver cómo iban las cosas por allí pero me he encontrado aún con el solar vacío.




No sé si se habrá construido tal y como amenazaba, pero si alguien puede enviarnos una foto real del edificio acabado a los amantes de Cascotes, le estaríamos muy agradecidos.

¡Hay que ver cómo está la Curia!

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Nota de la Redacción sep2015: efectivamente, el chirlo fue engendrado. De entonces para acá apareció Google Street View y lo podemos ver tal que así, con un paramal de encementado delante:





viernes, 8 de mayo de 2009

111 LA CORUÑA, Palacio de Congresos



Ricardo Bofill es una fuente inagotable de Cascotes.
Este último que he encontrado, así, por casualidad, está en La Coruña y data de 1989.
La Postmodernidad fue un inmenso Cascote generosamente repartido por todo el mundo.
Y por lo visto unos post atrás, un Palacio de Congresos construido en España durante los últimos treinta años es todo un Cascote en potencia.
Bofill + Postmodernidad + Palacio de Congresos, una combinación perfecta.

Las fotos las he tomado del siempre sapientísimo Google Earth y sus no menos santos colaboradores.



La localización exacta es ésta


Es curioso que la mayor parte de las fotos colgadas en el GE se centran en captar la cascada artificial construida al lado del Palacio, adornada con farolas chupa chups y jardineras orinales.




La vista desde el “palacio” a la ciudad, tampoco es manca. Y si alguno se detiene a curiosear en los edificios y manzanas de la calle Costa Rica, justo en torno de la torre que se ve en la foto, puede que obtenga índices de densidad realmente escandaculares.