miércoles, 30 de agosto de 2017

447. POMPAS FÚNEBRES



Una de las cosas más importantes que puede hace el hombre es morirse. De ahí el éxito que se logra cuando te mueres. Todo el mundo habla bien de ti. Y de ahí que la Arquitectura como Arte se tome tanto interés por la arquitectura relacionada con la muerte, es decir, con las Pompas Fúnebres.

Cascotes ya hizo un pequeño reportaje al respecto en la entrada 365, MUÉRETE Y VERÁS, y de entonces para acá, cientos de maravillosas arquitecturas mortuorias han poblado mis carpetas esperando entrar en la colección (Alicante, Almoradí... pongan en google las localidades y échenles un vistazo, que visto el éxito que da la muerte lo mismo me voy por ahí antes de que me dé tiempo a ponerlos aquí).

Así pues, las cuatro Pompas que les traigo hoy aquí tienen más que ver con ejercicios de contemplación y renovación lingüistica que con material de colección. El primero de ellos (foto superior), en la localidad palentina de Guardo, me hizo pensar cuán hermoso no sería morirse en un piso anodino y pasar a la eternidad en una planta baja de carácter comercial. De hacerlo así es posible que hasta nos podríamos librar del éxito que la muerte nos regala.


Esta otra arquitectura mortuoria del pueblo de las galletas, aún mantiene el nombre de Funeraria y no el de Tanatorio. Lo vi al salir de Aguilar de Campoo y como tenía detrás un camionazo (seguramente de galletas) no pude parar a hacer una foto por miedo a que me diera una galleta y pudiera pasar a la eternidad desecado. De ahí que haya tenido que acudir a Google Street View para compartir mis condolencias.


Google normal nos proporciona un par de fotos más para contemplar los detalles de las puertas, el parking, los ojos de buey y el lateral. Es evidente que su arquitecto no tendrá que morirse para alcanzar la gloria.



Pero vamos ya con la novedades lingüisticas que es lo que más me ha impactado últimamente. Al paso por Cervera del Pisuerga (un pueblón con Parador que algún día tuvo que ser bonito) descubrí que las funerarias pueden hacer simbiosis con los nombres de los pueblos abriendo las posibilidades a un rico vocabulario: Funecervera, Funevillablino, Funesantorcuato, y así sucesivamente. De buen seguro que el prefijo Fune- va a sustituir al Fuen-, tan caduco ya.


Pero la cosa no quedó ahí y al poco tuve otra revelación sin necesidad de morirme. Y es que la muerte puede conseguir al fin un acercamiento entre lenguas españolas que la gestión política no hubiera logrado jamás. Al actual vascuence o batúa con fonética española yo siempre le he llamado el euskañol, pero después de haber visto el Tanatorio de Bilbao (justo enfrente del Hospital de Basurto) veo que hay niveles superiores de simbiosis. En vascuence "etxea" es casa, por lo que la invención de FUNETXEA ha superado todas mis expectativas.



El edificio, con vocación de Museo de Arte Contemporáneo, es decir, de algo fúnebre en su mismo origen, merecería un comentario aparte, pero vamos a dejarlo por hoy porque la alegría que me da haber visto una cosa así antes de morirme me da fuerzas para vivir algunos días más. FUNETXEA, funetxea, yo también quiero que me lleven a un funetxea, poder ser vasco y español, morir en una casa, o ser velado en una planta baja comercial, y... sobre todo, que no sea la muerte la que me traiga el éxito.

Descansen en paz.

miércoles, 23 de agosto de 2017

446. ATAPUERTA



En materia de puertas sigue habiendo mucha confusión entre los arquitectos, y lo que en el post anterior podría ser una Obra de Arte, en este parece ser una simple aclaración. Aunque yo lo veo más como una Obra de Arte, y de ahí que también la inmortalizara con una foto. Están ustedes en el CAYAC, que no va de agua ni piraguas, sino del Centro de Recepción de Visitantes de Atapuerca (o Atapuerta, a juzgar por las dificultades del acceso o por ser la "puerta" de Atapuerca), a donde han llegado en coche para que les lleven desde allí concentrados en autobús a visitar el célebre yacimiento.


En el interior del Centro de Recepción de Visitantes no hay nada que justifique tanto gasto en edificio. Lo único que está claro es que si estamos en el interior es que hemos encontrado la entrada.


Nunca unas fotos turísticas habían merecido tanta atención arquitectónica, de ahí que la gente la esté emprendiendo este verano contra el turismo (digo yo). Lo más interesante de la exposición es una reproducción/reconstrucción o imaginación del hallazgo del "homo antecessor" (con dos eses) en el que a juzgar por la posición de su pilila, parece ser que en aquellos tiempos aún no había entrado en vigor la ley de la gravedad.


Mientras esperábamos al autobús en la gran explanada exterior a la puerta aproveché el tiempo para saludar a los amigos de la página SEMS de facebook que tanto me odian y a los que yo tanto quiero:


Pero como el sol de Castilla casca en Julio más de lo que soporta mi desgastada sesera, me refugié en la sombra de las marquesinas de espera, situadas justamente junto a la puerta o "Entrada" objeto del cartel de la explanada de acceso.


Tras soportar cual alumnos de EGB unas insoportables lecciones de paleontología, arqueología, geología e historia de la humanidad  impartidas por una alegre jovencita, becaria (o así) junto a las excavaciones de la famosa trinchera del ferrocarril minero y ser devueltos por el autobús al Centro de Despedida de Visitantes, nos dirigimos a los coches a través de un pequeño terraplén herboso (o hermoso) que superamos sin dificultad demostrando que la salida está más clara que la entrada...



...para fijarnos a continuación en el interesante diseño del aparcamiento de coches que agrupa y separa coches en el espacio para que quede la cosa más pintoresca, o para que parezca siempre que hay más coches de los que hay (los que caben en un autobús).


En la foto de google earth se aprecia mejor la invención:


No les cuento nada de los accesos y señales para acceder desde la carretera a semejante lugar para no privarles de la aventura. Tampoco les digo quién pagó la cosa ni quién lo diseñó (que ya saben que Cascotes suele ser blog llamado a la discreción), ni quién seguramente le dio algún premio de arquitectura o cuando menos una mención. Porque lo que está sobradamente claro es que el edificio y la urbanización, lo merecen. El premio. La mención. O salir en Cascotes, que es lo mismo. 

sábado, 12 de agosto de 2017

445. ESTO NO ES UN CASCOTE



Mi pervertida mente lo vio como un Cascote, pero en realidad no es un Cascote (y por eso lo he hecho notar desde el titular) sino una Obra de Arte. El Museo de Bilbao es una de las instituciones más finas de Bilbao. Una entidad cultural dedicada mayormente a la PINTURA, y acaso también a la escultura, y que seguramente por ello, se ha sentido en deuda con la arquitectura. Si mi memoria no me falla (y me falla) creo que de este Museo salió  no hace mucho hasta un director del Museo del Prado. Acuciado por la competencia con el Guggenheim, el Museo de Bilbao apostó (término que tomo prestado del periodismo más fétido) por la finura, de ahí que este HOMENAJE A LA ARQUITECTURA, y en especial a la PUERTA, es decir, a uno de los elementos más importantes de la arquitectura, no sea, seguramente, sino un homenaje al subrealismo, o en concreto, a Magritte:


Así pues, lo que llamó mi atención en la tarde del 10 de agosto del 2017 al pasar distraídamente por delante del Museo de Bilbao no era un Cascote sino una "performance" del propio Museo; una Obra de Arte. Esta vez en tres idiomas: Esto no es una... ENTRADA, SARRERA, ENTRY.

Lo he avisado. No se llamen a engaño.

Nótese que para dar mayor dramatismo a la puesta en escena, la puerta está abierta y que una cámara vigila la posible destrucción de la Obra de Arte. De ahí que no me atreviese yo a llevarme el cartel y tan solo le hiciera una foto para inmortalizarla aquí. Porque este tipo de Obras de Arte (ya se lo pueden imaginar) suelen ser mayormente EFÍMERAS.