viernes, 10 de febrero de 2017

433. EGOMUSEOS



Ni evomuseos ni ecomuseos. Hace tiempo ya que los museos deberían haber pasado a llamarse egomuseos, pero hasta que no ha llegado el de Evo en su Orinoca natal y ha creado dudas en si era un eco- o no, la crítica internacional no lo ha visto claro. O sí, vaya usted a saber, que la crítica es muy suya y no siempre dice la verdad.


Del arquitecto y escultor Félix Blanco no hemos podido encontrar gran cosa por lo que su ego no parece ser lo importante en este caso. La noticia a la que Cascotes ha tenido acceso dice incluso que es uno de los diseñadores, no el único.


Como era de esperar en un museo para el pueblo, se exhiben cosas del pueblo, a ver si así se le sube el ego al pueblo, lo que aún no justifica lo de egomuseo.


Pero ya nos avisan de que una de las secciones del museo va a estar dedicada a la arquitectura de Freddy Mamani que es el inventor del así llamado "estilo cholote"


Aquí Freddy y aquí su ya prestigiosa y mundialmente reconocida arquitectura ubicada mayormente en el distrito el Alto de la capital boliviana:








¿Les duelen los ojos? ¿Todavía no? Eso es porque no viven a 4.000 m de altura y desconocen la verdadera luminosidad del sol. Esperen que les ponga otro lote para que se les haga la vista:










¿Vale? Ya. Volvamos a Orinoca (click al final del post), el pueblo natal de Evo Morales, 600 hospitalarios habitantes deseosos de dar posada a los peregrinos de Cascotes que se acerquen hasta allí para ver la caída de 18 millones de dólares de arquitectura de primer nivel sobre el altiplano:



Esto va a ser mejor que la llegada de los españoles, se dijeron cuando vieron la maqueta hace unos años. Y mejor aún que la independencia. Y así es:


La máscara precolombina sobre soporte de anuncio hace de contrapunto con la arquitectura de volúmenes limpios bajo la luz y los cristales de la modernidad.



El contraste es otro de los valores del museo, especialmente en lo que respecta a su contextualización,  otro valor muy valorado en nuestros días.



Pero volvamos al asunto que daba origen a este post: la verdadera vocación de un egomuseo no es honrar el ego del carismático líder, ni gastarse toda la pasta del presupuesto de cultura en años, ni halagar al pueblo soberano, ni orgullecer más aún al arquitecto prestigioso o a las tapias de los alrededores.


Para adquirir la calidad de "egomuseo" un museo debe ante todo aislarse del territorio y si puede ser, hasta del mundo.


Sólo así se habrá conseguido el egomuseo perfecto. Y no quisiéramos arriesgar una opinión pero me da que estamos ante un caso diríase que... ¿paradigmático? Eso, un paradigma del egomuseo. O del cascotegomuseo, para ser más exactos.