De no haber encontrado casualmente la foto que se ve aquí arriba es posible que algún día se me hubiera ocurrido poner el Ayuntamiento de Nájera en el blog LHD como un edificio de mi memoria o un lugar habitado por mí durante un buen tiempo. Pero la comparativa con la imagen de aquel otro edificio que yo conocí es tan grande...
... y el desastre compositivo de la reciente remodelación tan manifiesto, que tiene méritos más que sobrados para merecerse un Cascote de Arquitectura.
Como en aquellos juveniles años en que trabajé allí como arquitecto municipal no tenía yo mayor interés en las autorías de edificios kitsch nunca investigué quien demonios sería el arquitecto que compuso en "pintoresco-regionalista" (por decir una chorrada) aquella fachada con gran arco de acceso, balcón corrido descentrado y galería dizque aragonesa como remate superior, pero si no fue Gonzalo Cadarso sería Agapito del Valle o alguno de su cuerda. El caso es que esa imagen pública nunca me llegó a molestar y que la pretendida nobleza de la escalera central (que seguro que también habrá desaparecido en la remodelación) o la cursi pretenciosidad del mobiliario del despacho del alcalde y del salón de plenos casi me caían simpáticos o por lo menos adecuados a la pompa de su uso. Todo lo contrario que esa entrada igual de descentrada pero adintelada con letras doradas encima, el balcón recortado y ahora centrado, las ventanas de la vergüenza (véase post al efecto), nuevo reloj empujando en el centro a la cornisa, y sobreático modelo Parlamento Riojano, producto todo ello de una arquitectura chapucera y lamentable mil veces más cursi y decrépita que la anterior.
Con todo lo que viví y aprendí a finales de los ochenta en mi paso por aquella "casa" consistorial, es una injusticia que no haya tenido apenas eco en mis artículos de arquitectura ni entradas en mis blogs, pero en fin, algún día habrá que empezar a repararla.
Aunque hablando de reparación, permítaseme poner una foto que me ha regalado Google cuando me he puesto a buscar las fotos de la vieja fachada del Ayuntamiento . Es de una tal Elisa Nájera, aspirante a miss mundo y mexicana por más señas. Si pusiéramos su foto en uno de esos toldos enormes sobre andamios, cubriendo entera la nueva fachada, estoy seguro de que más de uno lo celebraría. Y yo el primero.
Suerte que Google nos pueda arreglar los Cascotes.