viernes, 20 de abril de 2018

470. HOTEL VIURA, Villabuena de Alava



Si vieron el post anterior, se habrán preguntando qué hacía yo pasando por Baños de Ebro y poniéndome serio. Pues nada, que iba a Villabuena a ver el Hotel Viura y hacer unas fotos. Bueno, en realidad no iba a eso, de verdad, solo iba a dar un paseo y ver las casas solariegas del pueblo. Pero la deformación profesional es lo que tiene. De hecho ni me acordaba de que en Villabuena de Alava, (ahora llamada Eskuernaga) estaba el famoso Hotel Viura.


Ya puestos y para documentar mejor mi visita hice un sencillo recorrido circular empezando por arriba (veníamos de paseo por Los Pinos Kalea).


Los Pinos Kalea confluye con Colina Kalea (Kalea es calle en vascuence) donde vemos que se mezclan varios estilos arquitectónicos (como lenguas), aunque no sabemos bien si en contraste o en armonía.


Llegando a la iglesa nos sorprende el curioso juego de columnas y farolas. Les juro que yo no coloqué los coches para que me quedara esta fotaza.


Al girar hacia la izquierda tomamos conciencia de que las farolas establecen algo así como un puente entre tradición y modernidad.


Aunque hablando de puentes, allá vamos. Bajamos hacia el río y lo encontramos algo retocado por las nuevas pasarelas y el mobiliario urbano.


No me pregunten por qué las sillas fijadas al suelo dan la espalda tanto a la tradición como a la modernidad pues hasta dan la espalda al puente.


Lógicamente no se sienta nadie en ellas, pero lo que sí conseguimos ver es a gente viva y de verdad subiendo por no se sabe dónde hacia el hotel. Valor.


Tomamos aire y cogemos perspectiva.


Dicen que el New York Times dice que es el segundo hotel mejor del mundo entre viñedos. Lo he leído en la web del Hotel. No me lo invento.


El río sigue su curso, y las sillas fijas para la contemplación, pues también:


La última foto que les pongo es la de despedida. Aunque en el siguiente post prometo llevarles de nuevo a Villabuena de Alava. Porque cuando la Arquitectura de Exito llega a un pueblo, ya van a ver que no lo abandona tan fácilmente.