jueves, 10 de mayo de 2018

474. EL CARTEL DE COGOLLUDO



Después de mucho mover y cambiar los bancos, las jardineras, los bolardos y las catenarias, parece que ya han dado con la solución definitiva de la plaza mayor de Cogolludo, al menos en la parte frontal del famoso palacio protorrenacentista. Que el pavimento vaya en diagonal con una fachada tan simétrica no ha debido de causar mayor problema de diseño. La parte más irresoluble es la de quitar el cartel de las obras. En España no puede haber un monumento sin cartel (como no puede haber un bar sin televisión). Hasta dar con la solución definitiva seguro que han pensado que lo mejor era dejar el cartel de la última fase de la restauración, la que ha dirigido la aparejadora Sonia Martínez Merino. Mientras piensan en el cartel definitivo, la cadena de la catenaria entre bolardos se ha caído para hacer juego con el cartel amarillo provisional. En la restauración del palacio nos gastamos en plena crisis un par de millones de euros. Las obras menores, dirigidas por Sonia, son una tontada de cuarenta y cinco mil euros. Pero falta el cartel. El cartel definitivo.