Con toda su buena ingenuidad me envía un amigo montañero la última hazaña constructora de senderos de montaña de la antoniomía aragonesa para que me pasme y maraville, o acaso programe por allí una de mis excursiones de MONTES. Pero más me pasma que maravilla, y más se me lleva el alma los demonios al ver que mientras se abandonan interesantísimos senderos históricos entre pueblos que costaría dos gordas mantener, se construye a cambio esta fantasmada de carísimo sendero como si a la Administración Pública le sobraran los dineros y se hubiera metido a promotora de Parques de Atracciones.
Y es que, aparte de caro (773.000 euros dice la prensa que ha costado.../ya serán más) a mi me da que en el ambiente hostil de la montaña esa estructura no dura tres temporadas y que a ver quién la mantiene luego.
Y como es un camino público y es de suponer que sin peaje y sin firmar un póliza de seguro o una declaración de renuncia a tus derechos antes de pasar por ahí, más de un abogado estará esperando que se caiga el primer niño para sacar los cuartos al Estado, es decir, a todos nosotros. Y eso por no hablar de lo bonito, ecológico y sostenible que queda en la roca:
Por si fuera poca la atracción de la montaña rusa sobre tablitas de madera, el turista afrontará luego el paso por una pasarela movediza, metálica e inoxidable (que aquí no hay pared donde agarrarse) donde descargará la segunda dosis de adrenalina.
No sé qué parte ha tenido en el proyecto la excavación en la roca de este otro camino, o si se ha aprovechado alguna otra obra anterior, pero me da que no, porque se ve que había una más abajo y esa no daba tanto yuyu. En cualquier caso, aquí podremos descargar la tercera dosis de adrenalina para llegar a casa mucho más eufóricos y poder contárselo a nuestros amigos.
Y mientras, hay que joderse, las mismas Autonomías ahorradoras venga a poner vallas al Ebro no se vayan a caer los niños al río.
(todas las fotografías, de Arturo Cordón Pérez, a quien le agradezco la información, que no el susto/ y el disgusto)
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Semanas después de escribir este reportaje, encuentro en el blog de un gran montañero aragonés, Daniel Mur Marín, este comentario hecho después de recorrerlo el 1 de julio del 2013:
No entiendo muy bien el itinerario de las pasarelas, parece ser que el objetivo era buscar un recorrido espectacular, pienso que si fuera solo enlazar con el otro lado se podía haber resuelto de otra forma más directa y con menos desnivel. Por otro lado me ha dado la impresión de que son bastante frágiles, hay ya varios escalones medio sueltos y algún trozo de viga partido por desprendimientos, como no tengan un buen y continuo mantenimiento en poco tiempo se van a quedar destrozadas suponiendo un peligro para los que se aventuren.
http://danielmurmarin.blogspot.com.es/2013/07/congosto-de-mont-rebei.html
