Este diseño-aventura promovido a medias por los ingenieros de caminos y los señalizadores de la DGT es muy jrande también. Como jrande y benemérita es también la ayuda de google street view para contar cómo descifré el misterio que me ha tenido en jaque cada vez que aterrizaba en Barajas, cogía el coche, e intentaba tomar la autovía a Zaragoza.
Ahí vamos: sales de los parkings de las viejas terminales, coges el enlace que te lleva hacia la A-2 y ves en lo alto un doble cartel con infinidad de información confusa pero algo muy claro: a Zaragoza por la izquierda y a Madrid por la derecha.
Un poco más adelante los carteles y las vías se separan. Muy bien. Como querías ir a Zaragoza has tomado la de la izquierda, je je. Pues ahí empieza la aventura porque pasas por encima de la A-2 y sigues y sigues hacia el Sur y te empieza a entrar la angustia. Ahhhh, no puede ser. ¿Me habré equivocado? Juraría que me he metido por donde decía Zaragoza...
Pues no, tranquilo, no te has equivocado. No te preocupes. Lo que pasa es que en el reducido espacio de ese cruce no les cabía un enlace más sencillo y los ingenieros han diseñado para ti un cambio de dirección especial. Este que te muestro aquí:
Un cambio de dirección de tres kilómetros y medio, ida y vuelta, y doble tirabuzón. Ele con ele y olé:
Hasta que un día, me dije: esto no puede ser. No puede ser. Y en vez de coger la vía de la izquierda probé a ver qué pasaba si me metía por la derecha porque estudiando el cruce en google earth me parecía que había otra solución. Y tachánnnn. Sí, Descubrí que si vas hacia Madrid y no a Zaragoza, aparece un poco más adelante otra bifurcación con cartelito que dice "Zaragoza vía de servicio"(algo así como a Zaragoza pero por la puerta de atrás) por la que puedes llegar a la A-2 sin hacer la revuelta de los tres kilómetros y medio:
Tal que así:
Bravo plas plas plas. Ahora bien. No cantéis victoria tan pronto. Por haber pillado el truco tienes una pequeña penalización: cuando creías haber llegado a la A-2 por el camino más rápido, resulta que no es así, porque en vez de permitirte acceder a los carriles centrales de la A-2 te mandan justamente por una "vía de servicio" con cartelitos de a 60 y 80 kms por hora durante nada menos que cuatro kilómetros de penitencia...
¿A qué es divertido esto de desentrañar los trucos y trampas que hacen a cuatro manos la Ingeniería de Caminos Española y la Señalética Críptica de la DGT para que demos vueltas y nos volvamos locos?
Pues nada, felicidades y a gozar. Aunque ojito a la pasma, que cuando ve una prohibición estúpida de a 60 kms por hora, no perdona.