miércoles, 2 de septiembre de 2015

339. BATERIA INVERTIDA



Podría ser un recurso musical que resolviera el estancamiento del rock o incluso una alusión nostálgica a la forma en que se llamaba hace años a los gays, pero no, la batería invertida es un nuevo diseño vial puesto en funcionamiento por ayuntamiento de Viella, Lérida, para aparcar marcha atrás (y con farolas) en toda la calle-carretera que cruza la capital de Valle de Arán.


Las ventajas del nuevo diseño son innegables. La primera de ellas es que por la posición de los coches es más difícil ver si hay una plaza vacía, por lo que muchos automovilistas pasan de largo y sólo los más avispados encuentran aparcamiento. En caso de verla al paso y de reojo, pruebas la eficacia de tus frenos, chrrrrrrr, y... de paso, los reflejos del de detrás, chhrrrrr, y acto seguido pones la marcha atrás (o invertida) para aparcar. Si el que venía detrás no llegó a chocar contigo y te impide entrar en la deseada plaza, siempre puedes pedirle que retroceda un poco, ya que adelantarte no puede porque una doble raya continua se lo impide. En caso de que frene un tercero mientras intentas aparcar, la situación se anima mucho más, etc. Una vez que logras entrar en la plaza en la dirección invertida es fácil que no veas una farola traidora que te anime a llevar tu coche a planchar o que decidas parar, como el BMW o el Land Rover de las fotos, a dos metros del bordillo dejando tu morro en la calzada para que te lo planchen por delante. Vicisitudes menores todas ellas ante una situación fácil de imaginar: y es que lo más divertido del invento es que si ves la plaza viniendo en la dirección contraria y te sientes animado a cruzar la doble línea y lanzarte a aparcar en ella, tu delito canta durante todo el rato que estés aparcado, con lo que es de esperar que los Mossos de Multa, tan abundantes por allí, canten también de felicidad.


(foto en el mismo tramo de cuando el aparcamiento en batería no era invertido, menos cascote, y mucho más aburrido)

Viella es un municipio pequeño y escondido entre las montañas, por lo que es fácil que su novedoso diseño de aparcamiento no tenga mucha repercusión. Pero allí ha estado Cascotes para verlo, divulgarlo y que todos los concejales de tráfico de España que no sepan que hacer en este su primer año de mandato, tomen nota y decidan seguir el ejemplo.