No recuerdo de dónde tomé esta foto o si la hice yo cuando hace unos meses pasé por la plaza de Santo Domingo de Madrid y me horroricé de su nuevo aspecto, -bueno, no tan nuevo porque la hizo Gallardón cuando era alcalde, y de eso hace ya un tiempo.
Ubicada entre las más célebres Callao y Opera, a la inclinada plaza de Santo Domingo le tocó bailar con la más fea y en los años cincuenta le metieron un parking de hormigón por plantas sin disimulo alguno:
Pero hete aquí que la vio Gallardón, se rascó la cabeza, y llamó al Colegio de Arquitectos de Madrid para que lo arreglaran con un concurso, y la hicieron buena.
Madre del amor hermoso, creo que ya lo dije con ocasión de la eficaz reconstrucción de la estación de trenes de la Zona Cero de Nueva York: entre la falta de pretensiones artitticas de la eficaz ingeniería y las pretensiones escultóricas y jardineras de los arquitectos urbanistas, ya no sé que es peor. Bueno sí: que tirar la ingeniería y hacer la arquitectada costó más de siete millones de euros.
Como los únicos fotógrafos que hacen buenas y serias fotos de arquitectura son los del coche de google street view, me he montado en él para daros una vuelta por la plaza y deciros si no se merece un lugar de honor en este blog: Vamos allá:
Ahhh!, casi se me había olvidado que presidiendo la plaza está el mamotreto de Fullaondo. Dios, dios, gracias google street view. No me hubiera perdonado si se me pasa ese detalle.
Bajando hacia Opera por la cuesta de Santo Domingo cantamos la canción de que una plaza no es una cosa, una plaza no es una casa, aunque tenga muros grises la lará lará.
Y es que una plaza de arquitecto es un escultura en chí misma y a poder ser, con escalinatas y cipreses. Que no falten los cipreses. Como en los cementerios.
Por la cuesta de Santo Domnigo dejaron las aceras, qué invento tan pasado de moda las aceras, pero por el lado derecho de la plaza se pusieron bolardos, mucho más modernos porque parecen pelitos salidos del suelo, Como plantas o arbolitos podados. Bonita terraza para un vermut gris.
En la parte de arriba los bolardos dejan de ser negros y pasan a inoxidables para dar mayor variedad al conjunto.
Todo el mundo quedó muy satisfecho y si lo he visto no me acuerdo.
Mala suerte que pasó por allí Cascotes... y google street view, claro está. Mil gracias Street View. si por mí fuera os daba el Nobel de fotografía en arquitectura.