Luis Xumini me envía desde Elche una nueva curiosidad viaria, el llamado “paso de cabra”, (que no de cebra) porque al final tienes que saltar; aunque también puedes hacer un requiebro de cintura y colarte por los laterales. Muy interesante. Estoy seguro de que no se les había ocurrido aún a los ingenieros de vialidad de Logroño, mayormente interesados en poner los obstáculos en las calzadas, sean estas de bicis o de coches.
El diario La Rioja suele dar buena cuenta de estos inventos: las otras dos fotos están tomadas de sus páginas, si bien la del carril bici es de una lectora colaboradora. Por cierto, en esa foto no sólo es sorprendente el poste que tiene que esquivar el presunto ciclista sino la propia desembocadura del carril bici en la calzada.
Obsérvese también en la última de las fotos que la posición de los postes en medio de la calzada sirve de ejemplo para la posición de las farolas en medio de la acera izquierda -claro que, como decía un amigo mío, los peatones son mucho más “flexibles” que los coches y culebrean mejor.
Con ingenieros como los nuestros y tanto experto en seguridad vial, el que no se divierte es porque no quiere: y es que, en asuntos de tráfico, no pocas veces el juego es a vida o muerte.
