martes, 6 de noviembre de 2007

12. VARIEDAD DE IDA Y VUELTA



En la variedad está el gusto, sí señor; aunque a la vista de las dos paradas de autobús que fotografíé hace unos días en la carretera de Asúa a Lejona, más bien podríamos decir que en la variedad está el susto.

Estas dos pequeñas piezas arquitectónicas (o como se dice ahora, de “mobiliario urbano”) están situadas prácticamente enfrente una de la otra en la carretera mencionada, a la altura del pueblo de Erandio Goikoa. La amarilla y futurista está en dirección a Lejona y la azulita y castiza en dirección a Bilbao.

Se me ocurre interpretarlo así: en Bilbao (que es mucho Bilbao -sobre todo desde que han puesto el Guggenheim) se adquiere un aire tecno y moderno que concuerda con la parada de hierro y plástico; modernidad que al parecer se pierde en la vida de los pueblos del extrarradio, por lo que al volver y para que no añoren los caseríos, les han puesto una parada más contextualizada con la arquitectura tradicional.

La pena es que los coches que van y vienen no cambian de aspecto. Y de ahí lo del susto.